
El dolor al orinar es conocido como disuria y se refiere a la sensación de ardor o escozor que se presenta al momento de la micción.
Es una situación física que puede presentarse a cualquier edad y en cualquier género. Puede percibirse tanto en la parte final de la uretra, el orificio uretral, como en la región abdominal en la que se encuentra la vejiga, justo por encima del pubis. Habitualmente se asocia con la cistitis, aunque hay varias razones diferentes por las que puede experimentarse.
Al tratarse de una infección, este dolor puede ir acompañado de síntomas tales como fiebre, dolor lumbar, secreción, sangre en la orina (hematuria) u orina con mal olor. Si los síntomas se agravan o se extienden con el paso de los días, lo recomendado es consultar con el urólogo.
Generalmente se produce como consecuencia de una infección que provoca la inflamación de una zona concreta del sistema urinario. Esta infección puede ser una cistitis (vejiga), una prostatitis (próstata), una orquiepididimitis (testículo y epidídimo), una uretritis (uretra), una cervicitis (cérvix o cuello del útero) o una vulvovaginitis (vulva y vagina).
También debe decirse que la disuria puede ser originada por enfermedades de transmisión sexual, en una cistitis intersticial (cistitis que cursa sin infección), en una hiperplasia benigna de próstata o en una irritación de la propia zona en cuestión (vulva, uretra…), producida por el uso de algún tipo de lubricante, gel o perfume íntimo o, por ejemplo, por alergia al látex de los preservativos.
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