La falta de deseo sexual muchas veces se relaciona con el estrés tanto en hombres como en mujeres.
Actualmente los hombres se están atreviendo más a consultar en un tema que, erradamente, se relacionaba más con las mujeres. En los hombres sucede igual, sobre todo a partir de la quinta década de la vida.
Razones por las que pueden faltar las ganas de tener sexo son varias. Cada caso es particular y las razones son múltiples. No se puede culpar a una sola cosa, así que son fundamentales la conversación con el hombre que consulta y también con su pareja.
Buscando las causas, a veces se pueden encontrar situaciones que se solucionan con pequeñas recomendaciones y cambios conductuales. Así puede lograrse que el deseo vuelva sin necesidad de algún tipo de medicamente. En otras sí es necesario recurrir a ellas. Dependerá de la consulta y el análisis del especialista.
Habitualmente la falta de deseo puede relacionarse con el estrés. Esa condición baja la libido, ocasionando frustraciones en el hombre. En esas circunstancias cada intento de tener una relación sexual termina siendo un examen, una prueba y con eso se pierde soltura y espontaneidad. Así que primero se debe buscar cómo bajarle al estrés (un viaje o menos trabajo, por ejemplo).
La disminución del deseo también puede estar relacionada con disfunción eréctil. Hombres diabéticos, con problemas vasculares o endocrinológicos (hormonales) pueden tener problemas para mantener una erección y tener una relación sexual satisfactoria.
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