Levantarse en la noche para ir al baño puede parecer normal, pero cuando se vuelve recurrente, es importante prestarle atención.
Esta necesidad constante de orinar durante el sueño se conoce como nicturia, y puede afectar la calidad de vida al interrumpir el descanso y generar fatiga, irritabilidad o disminución del rendimiento durante el día.
La nicturia no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma que puede estar relacionado con distintas condiciones médicas. Algunas son benignas y fáciles de manejar, mientras que otras requieren estudios más profundos para descartar problemas como alteraciones prostáticas, desórdenes hormonales o enfermedades del tracto urinario. A continuación, te explicamos por qué ocurre y cuándo es recomendable consultar con un especialista.
Se considera que una persona tiene nicturia cuando se despierta una o más veces por la noche con la necesidad de orinar. Esto se diferencia de otros problemas urinarios como la incontinencia o la urgencia, ya que en este caso el problema se presenta exclusivamente durante las horas de sueño, sin escapes involuntarios.
Una sola ida al baño durante la noche puede ser común en ciertas personas, sobre todo en adultos mayores. Sin embargo, cuando las visitas se vuelven frecuentes (dos, tres o más veces por noche), el descanso se ve alterado y el cuerpo comienza a resentirlo. En esos casos, conviene estudiar el origen del síntoma.
Existen múltiples razones por las cuales una persona puede experimentar nicturia. Algunas están relacionadas con hábitos diarios, mientras que otras tienen que ver con condiciones médicas que requieren tratamiento. Estas son las más comunes:
Es recomendable acudir al especialista cuando la frecuencia urinaria nocturna interfiere con el sueño y se vuelve un problema constante. También si está acompañada de otros síntomas como:
En hombres, sobre todo después de los 40 años, estos síntomas podrían estar asociados a problemas prostáticos. El urólogo evaluará el caso mediante historia clínica, examen físico, análisis de orina, estudios de flujo urinario o ecografías, según sea necesario.
El tratamiento dependerá de la causa. Si se trata de un problema prostático, existen medicamentos o procedimientos médicos para reducir el tamaño de la próstata o aliviar los síntomas. Si el origen está en los hábitos, hacer pequeños cambios en el consumo de líquidos y horarios puede ser suficiente.
También existen recomendaciones generales como:
* Recuerda, esta entrada es informativa y no reemplaza la consulta directa con un profesional de la salud.
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