El cáncer de próstata es uno de los más comunes entre los hombres, especialmente después de los 50 años.
Sin embargo, al tratarse de una enfermedad de evolución lenta y silenciosa en sus primeras etapas, el diagnóstico temprano sigue siendo el mejor camino para reducir riesgos y asegurar una buena calidad de vida.
Por esta razón, cada vez es más frecuente que hombres a partir de los 40 años se pregunten si ha llegado el momento de hacerse el examen de próstata. Esta inquietud no solo es válida, sino también necesaria. Entender cuándo iniciar los controles, en qué consisten y qué factores pueden adelantar esa revisión puede marcar una diferencia significativa en términos de prevención y tratamiento.
El examen de próstata permite detectar alteraciones como la hiperplasia prostática benigna, la prostatitis o el cáncer de próstata, incluso antes de que aparezcan los primeros síntomas. Dado que muchas de estas enfermedades pueden desarrollarse de manera silenciosa, es clave no esperar a tener molestias para acudir al urólogo.
Las revisiones periódicas ayudan a identificar a tiempo cualquier anomalía y a actuar de forma oportuna. En particular, el cáncer de próstata puede tratarse con muy buen pronóstico si se detecta en etapas tempranas. De allí la importancia de conocer los factores de riesgo y seguir las recomendaciones médicas sobre la edad adecuada para iniciar los controles.
La recomendación general es que los hombres comiencen a hacerse el examen de próstata a partir de los 45 años. No obstante, si existen antecedentes familiares de cáncer de próstata, el control debe iniciar desde los 40 años.
Estos antecedentes incluyen, por ejemplo, casos de padre, hermanos o tíos que hayan sido diagnosticados, especialmente si lo fueron antes de los 60 años. La edad temprana en el diagnóstico de un familiar puede indicar una predisposición genética, lo cual hace que la vigilancia médica deba comenzar antes de lo habitual.
Aunque hay una edad sugerida para iniciar los chequeos de rutina, si presentas síntomas urinarios como dificultad para orinar, aumento en la frecuencia, ardor, sangre en la orina o sensación de vaciado incompleto, es recomendable consultar con un urólogo sin importar tu edad.
También debes acudir si notas cambios en la función sexual, dolor en la zona baja de la pelvis o molestias persistentes que no habías tenido antes. Muchas veces, estos síntomas pueden estar relacionados con otras condiciones prostáticas que no necesariamente son cáncer, pero que requieren tratamiento y seguimiento.
El control prostático generalmente incluye dos tipos de examen:
Ambos exámenes se complementan y permiten una evaluación más precisa. En algunos casos, si se detecta una alteración o si el PSA está elevado, pueden indicarse otros estudios como ecografías, resonancia magnética o biopsias para confirmar o descartar un diagnóstico.
Una vez iniciado el control, la frecuencia dependerá de los resultados obtenidos y del criterio médico. Si el PSA es normal y el tacto rectal no muestra anomalías, lo más común es realizar el examen una vez al año. Sin embargo, si existen factores de riesgo o se identifican cambios, el especialista puede recomendar una vigilancia más estricta.
Es importante tener en cuenta que no todos los hombres evolucionan de la misma forma. Por eso, contar con un historial clínico actualizado y hacer seguimiento regular con el urólogo es clave para tomar decisiones informadas.
Consultar con un urólogo no debe limitarse a cuando hay un problema. Cada vez más hombres están entendiendo que el cuidado de la salud masculina incluye prevención, diálogo abierto y controles periódicos, incluso si no hay síntomas visibles.
Romper con los estigmas alrededor del examen de próstata es fundamental para avanzar en una cultura del autocuidado. Conocer tu cuerpo, estar atento a los cambios y acudir a tiempo al especialista son pasos esenciales para mantener una vida saludable y evitar complicaciones en el futuro.
* Recuerda, esta entrada es informativa y no reemplaza la consulta directa con un profesional de la salud.
Médico cirujano con mas de 20 años de experiencia. Especializado en una Universidad del Valle. Miembro activo de la Sociedad Colombiana de Urología.
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