Asistir al urólogo permite detectar a tiempo cualquier anomalía o enfermedad del aparato urogenital.
Existen múltiples enfermedades que pueden afectar al hombre a lo largo de su vida y una de las más trascendentales es el cáncer de próstata. Según las estadísticas, se trata de una de las primeras causas de muerte por cáncer. Esta es una de las razones por las que asistir al urólogo se transforma en una condición para tratar a tiempo esta enfermedad.
Si se logra detectar la enfermedad en etapas tempranas, la posibilidad de curar a un paciente con cáncer de próstata es una realidad. Por eso es importante que los hombres se controlen con el urólogo en las edades en que empieza a aparecer.
Desde los 45 años: si el paciente no tiene antecedentes de cáncer de próstata de parte de su padre o hermanos.
Desde los 40 años: si el paciente tiene antecedentes familiares de parte de su padre o hermanos.
Si el diagnóstico es precoz, se tiene hasta un 90% de posibilidades de tratar de forma efectiva la enfermedad con los distintos tratamientos que existen.
Problemas de la próstata que pueden confundirse con el cáncer
La urología es la especialidad que diagnostica las afecciones de la vía urinaria completa. Es decir: riñones, uréteres, vejiga, uretra y, en el caso del hombre, se agrega la próstata, testículos y pene. El urólogo está capacitado para resolver distintas patologías.
Los urólogos, además de ver todo tipo de cánceres de la vía urinaria o cálculos renales, pueden ayudar a las mujeres en patologías frecuentes como infecciones urinarias (cistitis y pielonefritis), además de las incontinencias urinarias involuntarias.
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